Las convulsiones son causadas por una actividad eléctrica excesiva en el cerebro, aunque no siempre se conoce la causa.
Muchos pacientes con ataques epilépticos pueden beneficiarse del tratamiento quirúrgico. Para estos pacientes, el cirujano a menudo debe trabajar con un neurólogo para determinar la ubicación precisa en el cerebro desde donde se originan las convulsiones. Para tomar tal determinación, el cirujano a menudo debe implantar temporalmente una rejilla de electrodos sensibles en la superficie del cerebro, que se puede conectar a un dispositivo de monitoreo. Estos electrodos registran la actividad del cerebro durante una convulsión y pueden ayudar a localizar el lugar anormal donde comienza la convulsión.
Si tiene éxito, esta información se utiliza para planificar la segunda etapa de la cirugía, en la que se extrae el área anormal del cerebro donde se originan las convulsiones, junto con los propios electrodos.
El Dr. Keith Davies se especializa en el tratamiento de la epilepsia.