Medicamento
Aproximadamente 2/3 de los niños con epilepsia toman uno o más medicamentos para el control de las convulsiones y responden positivamente. Estos tratamientos a menudo se denominan anticonvulsivos o medicamentos antiepilépticos (FAE) y son la forma más común de tratar el trastorno.
Es importante conocer los medicamentos y las dosis de su hijo. Es útil mantener una lista de los medicamentos que se probó en el pasado y una breve razón por la que se suspendió el medicamento. Debe alertar al médico de su hijo si su hijo tiene una alergia conocida o sospechada a un medicamento.
El objetivo de la terapia de las convulsiones es eliminar las convulsiones sin causar efectos secundarios, pero a veces esto no es posible. El equipo de atención de su hijo debe ayudarlo a sopesar los beneficios de la medicación frente a cualquier inconveniente.
Dieta
Existen varias dietas especiales que pueden resultar útiles para controlar las convulsiones. Cada una de las dietas es baja en carbohidratos y la mayoría tiene un mayor contenido de grasas. La dieta cetogénica clásica consiste en grandes cantidades de grasa con un mínimo de carbohidratos y solo proteína suficiente para el crecimiento, y solo debe intentarse bajo la supervisión directa de un profesional de la salud calificado. Puede encontrar más información sobre esta opción de tratamiento aquí .
Cirugía
La cirugía para reducir o controlar las convulsiones es una opción bien establecida para niños y adultos con epilepsia cuando las terapias médicas han fallado. Estudios recientes muestran que la evaluación e intervención quirúrgicas más tempranas pueden aumentar las posibilidades de un mejor resultado general.
Se puede considerar la cirugía cuando:
- Los medicamentos no han logrado controlar las convulsiones.
- Las convulsiones comienzan en una parte del cerebro.
- Hay una lesión localizada en el cerebro.
La evaluación quirúrgica es un proceso extenso. Un equipo multidisciplinario se asegurará primero de que la cirugía no sea perjudicial para las habilidades cognitivas del paciente, como comunicarse o recordar cosas. El primer paso es la monitorización por vídeo EEG para pacientes hospitalizados para identificar dónde se originan las convulsiones en el cerebro. Las pruebas adicionales, como una resonancia magnética del cerebro, ayudan a evaluar la anatomía del cerebro. La decisión de proceder con una evaluación quirúrgica adicional y / o intervención se toma después de cada fase del estudio y una revisión completa de los hallazgos por parte del equipo de epilepsia.
Estimulación del nervio vagal
El estimulador del nervio vago es un dispositivo electrónico que puede disminuir las convulsiones al enviar impulsos eléctricos al cerebro. Por lo general, se usa cuando un niño no ha respondido bien a la medicación. El dispositivo se implanta quirúrgicamente debajo de la piel del tórax, que suele ser un procedimiento de un solo día. Una vez que se coloca el estimulador, el paciente o un cuidador puede deslizar un imán sobre el área del implante al inicio de una convulsión para acortar potencialmente el evento.