Step 1
Coloque cada pechuga de pollo entre dos pedazos de papel de aluminio, envoltura de plástico o papel encerado. Golpee las pechugas con un mazo o con el fondo de una cacerola o taza pesada, para adelgazar.
Step 2
Sazone las pechugas de pollo de manera uniforme y por ambos lados con ajo, orégano o condimento italiano, sustituto de sal y pimienta negra.
Step 3
Agregue 1 ½ cucharadas de aceite a una sartén de 8" e incline la sartén para que el aceite cubra el fondo de la sartén. Cuando brille, agregue el pollo para que ambas piezas queden planas y no se superpongan. Cocine durante 5 minutos por cada lado, o hasta que dorado y cocido, luego retire el pollo del fuego.
Step 4
Cuando esté lo suficientemente frío como para manipularlo, corte el pollo en tiras finas, de aproximadamente ¼ de pulgada de grosor.
Step 5
Unte 1 cucharada de pesto en las 8 rebanadas de pan.
Step 6
Divida las verduras (si las usa) entre 4 rebanadas de pan, luego los tomates, luego el pollo y finalmente la mozzarella encima. Forme un sándwich agregando las otras rebanadas de pan encima.
Step 7
Caliente una sartén limpia a fuego medio alto y rocíe con aceite en aerosol o agregue ½ cucharada de aceite. Cuando el aceite esté caliente (pero no humeante), agregue los sándwiches de 2 en 2 y coloque una sartén de fondo grueso encima para presionar los sándwiches. Cocine unos 30 segundos, luego voltee con cuidado para tostar el otro lado. Ajuste el calor según sea necesario para no quemar los sándwiches, sino para permitir que el queso se derrita y el pan se vuelva dorado y crujiente.
Step 8
Retire los sándwiches de la sartén y repita con los sándwiches restantes.
Step 9
Corte los sándwiches por la mitad en diagonal y sírvalos calientes.
*Este sándwich ya tiene un alto contenido de sodio debido al queso, el pan y el pesto. Opte por un reemplazo de sal para sazonar el pollo, u omita la sal para mantener el contenido de sodio de la comida dentro de un rango saludable.