Conditions We Treat

La artritis reumatoide (AR) es el tipo más común de artritis autoinmune. Se produce cuando el sistema inmunitario (el sistema de defensa del organismo) no funciona correctamente. La AR causa dolor e hinchazón en la muñeca y en las pequeñas articulaciones de las manos y los pies. Los tratamientos para la AR pueden detener el dolor y la inflamación de las articulaciones, así como prevenir el daño articular.

Una enfermedad del tejido conectivo es una afección que afecta partes del cuerpo que conectan todo. El colágeno y la elastina forman los tejidos conectivos, incluidos los ligamentos y la piel. Cuando hay un trastorno del tejido conectivo, estos tejidos se inflaman y pueden producirse daños en el cuerpo. La artritis reumatoide y la esclerodermia son dos ejemplos de trastornos del tejido conectivo.

La esclerodermia localizada, también conocida como morfea, es una enfermedad autoinmune rara que afecta solo la piel y las estructuras directamente debajo de la piel.

La esclerosis sistémica (esclerodermia) es una enfermedad autoinmune que hace que la piel y los órganos internos se endurezcan.

La espondilitis anquilosante es el tipo principal de espondiloartritis, en la misma familia que la artritis psoriásica. El síntoma principal de la espondilitis anquilosante es la inflamación de la columna, que provoca rigidez y dolor en la espalda. Con el tiempo, la columna vertebral puede fusionarse.

La artritis psoriásica es una artritis inflamatoria crónica que generalmente ocurre en personas con psoriasis cutánea. Sin embargo, también puede ocurrir en personas sin psoriasis cutánea, particularmente en aquellas que tienen familiares con psoriasis. Es una forma de espondiloartritis, lo que significa que es un tipo de artritis que puede causar inflamación de la columna vertebral.

La gota es la artritis inflamatoria más común. Si tiene articulaciones hinchadas y con mucho dolor (con mayor frecuencia en el dedo gordo del pie u otra parte del pie) y/o episodios de artritis que van y vienen, puede ser gota. La gota se diagnostica examinando el líquido en las articulaciones afectadas.

El lupus es una enfermedad autoinmune multisistémica en la que el sistema inmunitario del cuerpo ataca el tejido normal y sano. Esto puede causar daño a las articulaciones, la piel, los riñones, el corazón, los pulmones y la sangre.

Las miopatías inflamatorias (dermatomiositis y polimiositis) son enfermedades autoinmunes que atacan los músculos. Esto provoca debilidad y niveles elevados de creatina quinasa (CK), un tipo de proteína. Los pacientes con dermatomiositis a menudo tienen erupciones en la piel que pueden desfigurar y son muy sensibles a la exposición al sol. Los pacientes con miositis inflamatoria a menudo tienen otras enfermedades autoinmunes, como lupus y esclerodermia.

La osteoartritis es la forma más común de artritis en todo el mundo. En las personas con osteoartritis, la capacidad del cuerpo para reparar las articulaciones no puede mantenerse al día con el daño articular. Esto eventualmente involucra todos los tejidos de las articulaciones y conduce a una pérdida de cartílago y cambios en los huesos. El daño tisular no se puede revertir, pero los síntomas se pueden controlar de manera efectiva.

El tejido conectivo es el "pegamento celular" que da forma a los tejidos y les ayuda a funcionar. El cartílago y la grasa son ejemplos de tejido conectivo. Muchas cosas pueden causar trastornos del tejido conectivo, desde infecciones hasta lesiones y enfermedades genéticas.

La vasculitis es una enfermedad autoinmune que provoca la inflamación de los vasos sanguíneos. Esto puede limitar el flujo sanguíneo, lo que puede tener efectos graves en los órganos e incluso poner en peligro la vida. La enfermedad puede ser de larga duración (crónica) o de corta duración (aguda) y puede afectar a un órgano o a varios. Hay muchos tipos diferentes de vasculitis. Algunos requieren medicamentos para mantener la enfermedad bajo control, mientras que otros pueden mejorar sin tratamiento. La mayoría de los tipos de vasculitis son raros.