Los médicos usan pruebas de química sanguínea para verificar los niveles de diferentes químicos y electrolitos, como potasio y sodio, en la sangre. Los médicos también controlan la sangre para detectar niveles altos de calcio y creatinina (un compuesto que se elimina del cuerpo a través de la orina). El nivel de creatinina en sangre está directamente relacionado con la salud de los riñones. Cuando los riñones están dañados, el nivel de creatinina en sangre aumenta.