Son muchos los factores que contribuyen a la apariencia de nuestro rostro y cuello a medida que las personas envejecen. Estos incluyen gravedad, pérdida y descenso de la grasa en la cara, pérdida de elasticidad de la piel, daño solar, hábitos como fumar, entre muchos otros factores. Hay una variedad de razones por las que una persona puede buscar el rejuvenecimiento facial, como arrugas de la frente, alrededor de los ojos o la boca, flacidez de la piel debajo de la línea de la mandíbula, flacidez de la piel del cuello, exceso de piel en los párpados, pliegues pronunciados entre las mejillas y labios, la aparición de bolsas debajo de los ojos o insatisfacción con la apariencia de la nariz. Los pacientes también pueden tener problemas funcionales que conducen a una disminución de la visión periférica o problemas para respirar por la nariz.
No importa cuál sea la razón para buscar el rejuvenecimiento facial, el objetivo es mejorar la apariencia facial y asegurar que se puedan lograr expectativas realistas. Se ofrecen varios procedimientos para abordar las inquietudes específicas de los pacientes y es fundamental que el tratamiento se individualice para obtener el mejor resultado posible. Los procedimientos incluyen BOTOX®, rellenos faciales, blefaroplastia (estiramiento de párpados), estiramiento de cejas, estiramiento facial, estiramiento de cuello, otoplastia (cirugía de orejas), rinoplastia (cirugía de nariz) y aumento de labios.