La talasemia es un trastorno sanguíneo genético (que se transmite de padres a hijos) en el que el cuerpo no produce suficiente hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos que transporta oxígeno a las células de todo el cuerpo. Los síntomas en los niños van desde ninguno en absoluto en casos leves hasta ictericia (coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos), crecimiento lento, huesos agrandados, palpitaciones del corazón y más en casos más graves.