El cortisol es una hormona natural en el cuerpo que puede afectar las células inmunitarias. Los corticosteroides se pueden administrar por vía oral (en forma de pastilla) o tópicamente (en forma de crema, gel o ungüento). Debido a que los corticosteroides tópicos se aplican directamente sobre la piel y no circulan por todo el cuerpo, los pacientes que reciben tratamiento con ellos pueden experimentar menos efectos secundarios.