CGM utiliza un sensor de glucosa especial conectado a un pequeño catéter que se lleva discretamente debajo de la piel y que envía de forma inalámbrica los valores de azúcar a un receptor cada cinco minutos durante un máximo de siete días. Los datos del sensor muestran tendencias y patrones de azúcar y brindan al proveedor un análisis detallado de los valores de azúcar durante un período de tiempo. Si este tipo de tecnología le interesa, hable con su equipo de atención de la diabetes para saber si su seguro lo cubrirá.