Los niños pueden desarrollar infecciones en sus huesos, articulaciones o músculos. A veces llamadas infecciones "profundas", los nombres técnicos de estas afecciones son:
- Osteomielitis (infección ósea)
- Artritis séptica (infección de las articulaciones)
- Piomiositis (infección muscular)
Las infecciones profundas se encuentran con mayor frecuencia en las articulaciones y en los extremos de los huesos largos, donde se unen para formar articulaciones. Estos incluyen las articulaciones de la cadera, la rodilla y el tobillo de la pierna y las articulaciones del hombro, el codo y la muñeca del brazo.
Los grandes grupos de músculos del muslo, la ingle y la pelvis son las ubicaciones más comunes de las infecciones musculares profundas.
La razón por la que se producen infecciones en estas áreas se debe a la forma en que fluye la sangre a estos lugares. Hay un fuerte flujo sanguíneo hacia los extremos del hueso cerca de los centros de crecimiento (llamados placas de crecimiento), el revestimiento de las articulaciones y los grandes grupos de músculos. Esto permite que las bacterias encuentren fácilmente su camino hacia estas áreas.
El suministro de sangre a la columna vertebral, la pelvis y el talón es similar al de los huesos largos y, a menudo, también se desarrollan infecciones en estas áreas.
Las infecciones presentan riesgos especiales para los niños pequeños por varias razones:
- Los niños menores de tres años se infectan fácilmente. Su sistema inmunológico no está completamente desarrollado y tienden a caerse mucho, abriendo la piel a las infecciones.
- Las infecciones se propagan rápidamente a través del sistema circulatorio y la estructura ósea de un niño pequeño. El daño a los huesos y las articulaciones causado por una infección puede dañar el crecimiento de un niño y provocar una disfunción física. La infección de la articulación de la cadera del niño es una emergencia quirúrgica.
¿Qué causa la infección en los niños?
Las infecciones generalmente son causadas por bacterias que están presentes en nuestro entorno de vida normal. La bacteria más común que causa infecciones de huesos, articulaciones o músculos en los niños es Staphylococcus aureus (también conocida como infección por "Staph").
Las bacterias pueden ingresar al cuerpo de diversas formas. Circulan por el torrente sanguíneo hasta llegar a un hueso, una articulación o un músculo. Luego, las bacterias abandonan el torrente sanguíneo y se multiplican en los tejidos óseos, articulares o musculares.
¿Cuáles son los síntomas de la infección en los niños?
Los niños que tienen infecciones de los huesos, las articulaciones o los músculos suelen presentar lo siguiente:
- Fiebre
- Dolor
- Movimiento limitado del área infectada: su hijo puede cojear o negarse a caminar si la infección afecta las piernas o la espalda
- Los bebés pueden estar irritables y letárgicos, negarse a comer o vomitar
Muchos niños que tienen infecciones de huesos, articulaciones o músculos han tenido lesiones recientes. Los síntomas de la infección a menudo quedan enmascarados por los de la lesión. Debido a que los padres asumen que la lesión mejorará con el tiempo, es posible que tarden más en notar la infección.
Es importante llevar a su hijo a un médico de inmediato si los síntomas no se resuelven rápidamente en casa.