Saladas y crujientes por fuera, suaves por dentro, ¡las papas fritas con polenta son justo lo que a veces anhelas! Se hornean en lugar de freírse, lo que significa que tienen menos aceite que las papas fritas. Solo tenga en cuenta que tienen alrededor de 800 mg de sodio por porción (alrededor de 1/3 de sus necesidades diarias), así que no consuma mucha sal en lo que coma junto con estos. ¡Disfrutar!
Caldo
- 2 tazas (vegetales, pollo, etc. o agua)
Polenta
- 1 taza, seca
Parmesano
- ½ taza de queso parmesano (rallado/rallado), dividido en ¼ tazas
Aceite
- 1 cucharada de aguacate, canola, sésamo, maní o aceite de oliva ligero
Sal
- 1 cucharadita de sal de ajo o sal común
Step 1
Precaliente el horno a 425 °F y cubra una fuente para hornear de 8x8 pulgadas con papel pergamino.
Step 2
En una cacerola mediana, hierva el caldo. Agregue la polenta y continúe revolviendo durante 2-3 minutos hasta que la polenta esté suave y espesa.
Step 3
Agregue ¼ de taza de queso y revuelva hasta que se derrita. Apaga el fuego, tapa la olla y deja reposar la polenta durante 5 minutos.
Step 4
Extienda la polenta en una capa uniforme en la fuente para hornear. Congela por 15 minutos o hasta que cuaje.
Step 5
Levante la polenta de la fuente para hornear y córtela en "papas fritas" de ¼ x 4 pulgadas. Coloque las papas fritas en una bandeja para hornear y mezcle suavemente con aceite, sal y el ¼ de taza de queso parmesano restante.
Step 6
Extienda las papas fritas uniformemente y hornee por 15 minutos o hasta que estén crujientes. Cuanto más tiempo los hornees, más crujientes quedarán.
Step 7
Disfrútalo tal cual o con tu salsa favorita.