Todo el mundo tiene reflujo gastroesofágico (RGE), el movimiento hacia atrás (reflujo) del contenido gástrico hacia el esófago. El reflujo esofágico adicional (EER) es el reflujo del contenido gástrico desde el estómago hacia el esófago con una mayor extensión hacia la garganta y otras regiones aerodigestivas superiores. En los bebés, más del 50 por ciento de los niños de tres meses o menos tienen al menos un episodio de regurgitación al día. Esta tasa alcanza un máximo del 67 por ciento a los cuatro meses de edad. Pero el control muscular mejorado de un bebé y la capacidad de sentarse conducirán a una resolución espontánea de GER significativa en más de la mitad de los bebés a los 10 meses de edad y en cuatro de cada cinco a los 18 meses. Los investigadores han descubierto que el 10 por ciento de los bebés menores de 12 meses con RGE desarrollan complicaciones importantes.
Las enfermedades asociadas con el reflujo se conocen colectivamente como enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Físicamente, la ERGE ocurre cuando una válvula en el extremo inferior del esófago funciona mal. Normalmente, este músculo se cierra para mantener el ácido en el estómago y fuera del esófago. La entrada continua de ácido o materiales refluidos en áreas fuera del estómago puede resultar en lesiones importantes en esas áreas. Se estima que entre el 5 y el 8 por ciento de los niños adolescentes tienen ERGE.
¿Qué síntomas presenta un niño con ERGE?
Si bien el GER y el EER en niños a menudo causan relativamente pocos síntomas, el síntoma inicial más común de GERD es la acidez de estómago. La acidez estomacal es más común en los adultos y los niños tienen más dificultades para describir esta sensación. Por lo general, se quejan de dolor de estómago o malestar en el pecho, especialmente después de las comidas.
GER y EER más frecuentes o graves pueden causar otros problemas en el estómago, el esófago, la faringe, la laringe, los pulmones, los senos nasales, los oídos e incluso los dientes. En consecuencia, otros síntomas típicos pueden incluir llanto / irritabilidad, falta de apetito / dificultades para alimentarse y tragar, retraso del crecimiento / pérdida de peso, regurgitación ("eructos húmedos" o vómitos directos), dolor de estómago (dispepsia), dolor abdominal / torácico (acidez) , dolor de garganta, ronquera, apnea, estenosis laríngea y traqueal, asma / sibilancias, tos crónica y carraspeo, sinusitis crónica, infecciones del oído / fluidos y caries dental. La regurgitación sin esfuerzo es muy sugestiva de RGE. Sin embargo, los vómitos recurrentes (que no son lo mismo) no necesariamente significan que un niño tenga RGE.
Si su hijo muestra los síntomas típicos de la ERGE, se justifica una visita a un pediatra. Sin embargo, en algunas circunstancias, el trastorno puede causar importantes trastornos de oído, nariz y garganta. Cuando esto ocurre, se recomienda una evaluación por parte de un otorrinolaringólogo.
¿Cómo se diagnostica la ERGE?
La mayoría de las veces, el médico puede hacer un diagnóstico entrevistando al cuidador y examinando al niño. Hay ocasiones en las que se recomienda realizar pruebas, y cada prueba tiene ventajas y deficiencias. Los que se utilizan con más frecuencia para diagnosticar la ERGE incluyen:
sonda de pH
Se coloca un pequeño cable con un sensor de ácido a través de la nariz hasta la parte inferior del esófago y, por lo general, se deja en su lugar entre 12 y 24 horas. El sensor detecta cuando el ácido del estómago "refluye" hacia el esófago.
Ingestión de bario o serie GI superior
El niño es alimentado con bario, un líquido blanco calcáreo. Una máquina de rayos X de video sigue el bario a través del tracto intestinal superior y permite a los médicos ver si hay giros anormales, torceduras o estrechamiento del tracto.
Estudio de vaciamiento gástrico con tecnecio
Se alimenta al niño con leche mezclada con tecnecio, una sustancia química radiactiva muy débil, que luego se sigue a través del tracto intestinal con una cámara especial. Esta prueba ayuda a determinar si parte de la leche / tecnecio termina en los pulmones y cuánto tiempo permanece la leche en el estómago.
Endoscopia con biopsias
Esta prueba más completa consiste en pasar un endoscopio flexible con luces y lentes a través de la boca hasta el esófago, el estómago y el duodeno. Esto le permite al médico ver cualquier irritación o inflamación presente. En algunos niños con ERGE, la exposición repetida del esófago al ácido del estómago provoca cierta inflamación (esofagitis). La endoscopia en niños generalmente requiere anestesia general.
¿Qué tratamientos están disponibles para la ERGE?
El tratamiento del reflujo en los bebés está destinado a disminuir los síntomas, no a aliviar el problema subyacente, ya que a menudo esto se resolverá por sí solo con el tiempo. Un tratamiento simple es espesar la leche o fórmula de un bebé con cereal de arroz, lo que hace que sea menos probable que tenga reflujo.
Se pueden tomar varios pasos para ayudar al niño mayor con ERGE:
- Cambios en el estilo de vida: levante la cabecera de la cama del niño unos 30 grados y haga que el niño coma comidas más pequeñas y más frecuentes en lugar de grandes cantidades de comida de una sola vez. Evite comer justo antes de acostarse o acostarse; deja pasar dos o tres horas. Intente caminar o bañarse con agua tibia o incluso unos minutos en el inodoro. Algunos investigadores creen que ciertos cambios en el estilo de vida, como perder peso o vestirse con ropa holgada, pueden ayudar a aliviar la ERGE.
- Cambios en la dieta: Evite el chocolate, las bebidas carbonatadas, la cafeína, los productos de tomate, la menta y otros alimentos ácidos como los jugos cítricos. También se sabe que los alimentos fritos y picantes agravan los síntomas. Preste atención a lo que come su hijo.
- Tratamiento médico: la mayoría de los medicamentos recetados para tratar la ERGE descomponen o disminuyen los gases intestinales, disminuyen o neutralizan el ácido del estómago o mejoran la coordinación intestinal. Su médico le recetará el medicamento más apropiado para su hijo. Es raro que los niños con ERGE requieran cirugía.