Una fractura acetabular es una ruptura en la porción de la cavidad de la articulación de la cadera "esférica". Las fracturas acetabulares no son comunes; ocurren con mucha menos frecuencia que las fracturas de la parte superior del fémur o la cabeza femoral (la parte "esférica" de la articulación).
La mayoría de las fracturas acetabulares son causadas por algún tipo de evento de alta energía, como un accidente automovilístico. Muchas veces los pacientes tendrán lesiones adicionales que requieren tratamiento inmediato.
En un número menor de casos, un incidente de baja energía, como una caída, puede causar una fractura acetabular en una persona mayor que tiene huesos más débiles.
El tratamiento de las fracturas acetabulares a menudo implica una cirugía para restaurar la anatomía normal de la cadera y estabilizar la articulación de la cadera.
¿Qué es un acetábulo?
La cadera es una de las articulaciones más grandes del cuerpo. Es una articulación de "rótula". La cavidad está formada por el acetábulo , que forma parte de la pelvis. La bola es la cabeza femoral, que es el extremo superior del fémur (hueso del muslo).
¿Cuál es la anatomía de la cadera?
Las superficies óseas de la bola y la cavidad están cubiertas con cartílago articular, una sustancia suave y resbaladiza que protege y amortigua los huesos y les permite moverse con facilidad. Bandas de tejido llamadas ligamentos conectan un hueso con otro. Estos ligamentos ayudan a proporcionar función y estabilidad a la articulación de la cadera, lo que le permite moverse sin caerse del encaje. Los principales nervios, vasos sanguíneos y partes del intestino, la vejiga y los órganos reproductores pasan todos dentro o cerca de la pelvis. En ocasiones, estas estructuras pueden dañarse como resultado de una lesión en el acetábulo.
¿Qué es una fractura acetabular?
Las fracturas acetabulares varían. Por ejemplo, el hueso puede romperse directamente a través de la cavidad o romperse en muchos pedazos. Cuando se fractura el acetábulo, es posible que la cabeza femoral ya no encaje firmemente en la cavidad y que se dañe la superficie del cartílago de ambos huesos. Si la articulación permanece irregular o inestable, el daño continuo del cartílago en las superficies puede provocar artritis.
¿Cómo se mide la gravedad de una fractura acetabular?
La gravedad de la lesión depende de varios factores, que incluyen:
- El número y tamaño de los fragmentos de fractura.
- La cantidad que cada pieza está fuera de lugar: en algunos casos, los extremos rotos de los huesos se alinean bien; en fracturas más graves, puede haber un gran espacio entre las piezas rotas o los fragmentos pueden superponerse entre sí.
- La lesión de las superficies del cartílago tanto del acetábulo como de la cabeza del fémur.
- La lesión de los tejidos blandos circundantes, como músculos, tendones, nervios y piel.
Si el hueso se rompe de tal manera que los fragmentos de hueso sobresalen a través de la piel o una herida penetra hasta el hueso roto, la fractura se denomina fractura "abierta" o compuesta. Este tipo de fractura es particularmente grave porque, una vez que se rompe la piel, puede producirse una infección tanto en la herida como en el hueso. Se requiere tratamiento inmediato para prevenir infecciones.
Las fracturas abiertas del acetábulo son raras porque la articulación de la cadera está bien cubierta con tejidos blandos. Cuando ocurren, generalmente son el resultado de un trauma de muy alta energía.
¿Qué causa las fracturas acetabulares?
Una fractura acetabular se produce cuando una fuerza empuja la cabeza del fémur contra el acetábulo. Esta fuerza se puede transmitir desde la rodilla (como golpear la rodilla contra el tablero de instrumentos en una colisión frontal de un automóvil) o desde el costado (como caer de una escalera directamente sobre la cadera). Dependiendo de la dirección de la fuerza, la cabeza del fémur a veces se empuja fuera de la cavidad de la cadera, una lesión llamada dislocación de la cadera.
Cuando la fractura es causada por un impacto de alta energía, los pacientes a menudo experimentan un sangrado extenso y tienen otras lesiones graves que requieren atención urgente.
Las fracturas acetabulares a veces son causadas por hueso débil o insuficiente. Esto es más común en pacientes mayores cuyos huesos se han debilitado por la osteoporosis. Aunque estos pacientes no suelen tener otras lesiones, pueden tener problemas médicos complicados, como enfermedades cardíacas o diabetes.
¿Cómo se diagnostica una fractura acetabular?
Estabilización de emergencia
Los pacientes con fracturas causadas por traumatismos de alta energía casi siempre irán o serán llevados a un centro de atención de urgencia o sala de emergencias para recibir tratamiento inicial debido a la gravedad de sus síntomas.
Si la fractura se debe a un traumatismo de alta energía, también puede haber lesiones en la cabeza, el pecho, el abdomen o las piernas. Si hay una pérdida significativa de sangre, puede provocar un shock, una afección potencialmente mortal que puede provocar insuficiencia orgánica.
Examen físico
Su médico realizará un examen completo de su pelvis, caderas y piernas. También verificará si puede mover los tobillos y los dedos de los pies y sentir una sensación en la planta de los pies. En algunos casos, los nervios pueden lesionarse al mismo tiempo que se fractura el acetábulo.
Su médico también examinará cuidadosamente el resto de su cuerpo para determinar si ha recibido otras lesiones.
Estudios de imagen
Rayos X
Estos estudios proporcionan imágenes de estructuras densas, como huesos. Las radiografías de las fracturas acetabulares se toman desde varios ángulos diferentes para mostrar el patrón de la fractura y qué tan fuera de lugar están los huesos (desplazamiento).
Exploraciones por tomografía computarizada (TC)
Debido a la compleja anatomía de la pelvis, comúnmente se solicita una tomografía computarizada para las fracturas acetabulares. La exploración le proporcionará a su médico una imagen transversal más detallada de su cadera y puede ser útil en la planificación preoperatoria.
¿Cómo se trata una fractura acetabular?
Su proveedor considerará varias cosas al planificar su tratamiento, que incluyen:
- El patrón específico de la fractura.
- Cuánto se desplazan los huesos
- Su estado de salud general
Tratamiento no quirúrgico
Se puede recomendar un tratamiento no quirúrgico para las fracturas estables en las que los huesos no se desplazan. También se puede recomendar para pacientes que tienen un mayor riesgo de complicaciones quirúrgicas. Por ejemplo, es posible que los pacientes con osteoporosis grave, enfermedades cardíacas u otros problemas médicos no puedan tolerar la cirugía.
El tratamiento no quirúrgico puede incluir:
- Ayuda para caminar. Para evitar cargar peso en su pierna, su médico puede recomendarle que use muletas o un andador hasta por 3 meses, o hasta que sus huesos estén completamente curados.
- Ayudas de posicionamiento. Si su médico está preocupado por la inestabilidad de la articulación (la bola de la cadera se desliza hacia adentro o se sale de la cavidad), puede restringir la posición de la cadera, limitando cuánto se le permite doblarla. Un dispositivo de posicionamiento de piernas, como una almohada de abducción o un inmovilizador de rodilla, puede ayudarlo a mantener estas restricciones.
- Medicamentos. Su médico puede recetarle medicamentos para aliviar el dolor, así como un anticoagulante (diluyente de la sangre) para reducir el riesgo de que se formen coágulos de sangre en las venas de las piernas.
Tratamiento quirúrgico
La mayoría de las fracturas acetabulares se tratan con cirugía. Debido a que las fracturas acetabulares dañan la superficie del cartílago del hueso, un objetivo importante de la cirugía es restaurar una superficie suave y deslizante de la cadera.
Durante la operación, su médico reconstruirá la anatomía normal de la articulación de la cadera, alineando los fragmentos óseos para restaurar la superficie del acetábulo y ajustando la cabeza femoral en la cavidad de la cadera.
Momento de la cirugía
La mayoría de las fracturas acetabulares no se operan correctamente. Su médico puede retrasar su cirugía unos días para asegurarse de que su condición general sea estable y esté preparado para el procedimiento.
Durante este tiempo, su médico puede colocar su pierna en tracción esquelética para inmovilizar la fractura y evitar lesiones adicionales o daños en la cavidad de la cadera. En la tracción esquelética, se implanta un pasador de metal en el fémur o en el hueso de la tibia. Los pesos unidos al pasador tiran suavemente de la pierna, manteniendo los fragmentos de hueso rotos en una posición lo más normal posible. Para muchos pacientes, la tracción esquelética también proporciona cierto alivio del dolor.
Reducción abierta y fijación interna
Durante la cirugía, los fragmentos de hueso desplazados primero se reposicionan (reducen) en su alineación normal. Luego, su médico colocará placas de metal y tornillos en las superficies externas del hueso para mantener los fragmentos juntos mientras sanan.
Dependiendo de la ubicación de su fractura, su médico hará una incisión a lo largo de la parte frontal, lateral o posterior de su cadera. Ocasionalmente, se utiliza una combinación de enfoques o un enfoque alternativo.
Reemplazo total de cadera
En algunos casos, el acetábulo está tan dañado que es poco probable que la reparación o reconstrucción proporcione un buen resultado a largo plazo. En esta situación, su médico puede recomendar un reemplazo total de cadera. En este procedimiento, el hueso dañado y el cartílago articular se extraen y se reemplazan con piezas artificiales (prótesis).
Siempre que sea posible, el médico reposicionará los huesos en su alineación normal mediante la fijación de tornillos y placas antes de realizar el reemplazo total de cadera. Sin embargo, si esto no es posible, el médico puede retrasar el procedimiento por un período de tiempo para permitir que la fractura se cure primero en su posición no alineada. Luego, realizará el reemplazo total de cadera, reemplazando la cavidad irregular de la cadera con la prótesis total de cadera.
Su médico considerará muchos factores, incluida su edad y nivel de actividad, para determinar si el reemplazo total de cadera es el tratamiento más adecuado.
Obtenga más información sobre el reemplazo total de cadera
¿Cómo es la recuperación de la cirugía de fractura de acetábulo?
El manejo del dolor
Después de la cirugía, sentirá algo de dolor. Ésta es una parte natural del proceso de curación. Su médico y enfermeras trabajarán para reducir su dolor, lo que puede ayudarlo a recuperarse más rápido de la cirugía.
A menudo, se recetan medicamentos para aliviar el dolor a corto plazo después de la cirugía. Hay muchos tipos de medicamentos disponibles para ayudar a controlar el dolor, incluidos los opioides, los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) y los anestésicos locales. Su médico puede usar una combinación de estos medicamentos para mejorar el alivio del dolor y minimizar la necesidad de opioides.
Tenga en cuenta que, aunque los opioides ayudan a aliviar el dolor después de la cirugía, son narcóticos y pueden ser adictivos. La dependencia y sobredosis de opioides se ha convertido en un problema crítico de salud pública en los EE. UU. Es importante usar opioides solo según las indicaciones de su médico. Tan pronto como su dolor comience a mejorar, deje de tomar opioides. Hable con su médico si su dolor no ha comenzado a mejorar a los pocos días de su cirugía.
Soporte de peso
La mayoría de los pacientes necesitan muletas o un andador durante un tiempo. Para algunos pacientes, se puede permitir la carga parcial de peso después de 6 a 8 semanas. No se permitirá soportar todo el peso hasta que sus huesos estén completamente curados, lo que generalmente toma de 3 a 4 meses. Es posible que necesite el uso de un bastón o una ayuda para caminar durante un período de tiempo más prolongado.
Es importante seguir las instrucciones específicas de su médico para soportar peso. Caminar sobre la pierna lesionada antes de la curación o participar en actividades físicas demasiado pronto puede hacer que la fractura cambie. Esto puede provocar irregularidades en la cavidad de la cadera o inestabilidad recurrente en la articulación de la cadera.
Terapia física
A pesar de las restricciones de soporte de peso, su médico puede fomentar el movimiento temprano. Esto significa levantarse de la cama y hacer todo lo posible dentro de las limitaciones específicas de carga. En muchos casos, un fisioterapeuta proporcionará instrucciones sobre cómo comenzar a moverse de manera segura y usar muletas o un andador.
Con el tiempo, aprenderá otros ejercicios que le ayudarán a desarrollar fuerza y resistencia para que pueda realizar mejor sus actividades diarias.
Actividades deportivas y de fitness
Si su objetivo es reanudar las actividades deportivas o de acondicionamiento físico, su médico lo guiará en una progresión gradual hacia actividades más vigorosas. Es importante tener en cuenta que debido a la naturaleza complicada de muchas fracturas acetabulares, muchos pacientes no pueden volver a los niveles de actividad previos a la lesión.
Su médico le dirá cuándo es seguro comenzar actividades de bajo impacto, como nadar y / o andar en bicicleta estática. Sin embargo, puede llevar de 6 a 12 meses volver a actividades deportivas más vigorosas.
¿Cuánto tiempo tarda una fractura acetabular en sanar?
Por lo general, una fractura acetabular tarda de 9 a 12 meses en curarse por completo. Los resultados del tratamiento variarán de un paciente a otro, según lo siguiente:
- Patrón y gravedad de la fractura.
- Otras lesiones asociadas con el trauma Edad del paciente y calidad ósea
- La salud general del paciente, incluido el tabaquismo. Las investigaciones indican que fumar puede ralentizar la curación ósea y aumentar el riesgo de otras complicaciones.
Debido a la naturaleza grave de las fracturas acetabulares, así como a la probabilidad de desarrollar complicaciones a largo plazo, muchos pacientes no pueden volver al mismo nivel de actividad que tenían antes de la lesión.
¿Cuáles son algunas de las posibles complicaciones de la cirugía de fractura de acetábulo?
Incluso cuando la cirugía es exitosa, algunos pacientes experimentarán complicaciones que pueden llevar a la necesidad de una cirugía adicional.
Infección
Aunque los avances en el tratamiento y las técnicas quirúrgicas estériles continúan ayudando a prevenir infecciones después de la cirugía, a veces ocurren infecciones en el sitio quirúrgico.
Estas infecciones pueden desarrollarse cerca de la superficie de la piel alrededor de una incisión o en lo profundo de la herida quirúrgica. Las infecciones superficiales generalmente se tratan con antibióticos durante 1 a 2 semanas. Las infecciones más profundas pueden causar más complicaciones de curación y pueden conducir a infecciones que son difíciles de curar. Por lo general, requieren un procedimiento quirúrgico para limpiar completamente la herida, así como un ciclo más prolongado de antibióticos, generalmente de 4 a 6 semanas.
Coágulos de sangre
Su movilidad después de la cirugía será limitada. Esto puede ralentizar el flujo sanguíneo normal en sus piernas y aumentar su riesgo de tener un coágulo de sangre. En algunos casos, un coágulo de sangre puede desprenderse de la pared de la vena y viajar a los pulmones. Esto se llama embolia pulmonar y puede poner en peligro la vida.
Su médico puede recetarle un anticoagulante para ayudar a prevenir la formación de coágulos de sangre en las venas profundas de sus piernas.
Artritis postraumática
Incluso cuando se tratan con éxito, las fracturas acetabulares pueden dañar la superficie lisa de la articulación, lo que aumenta la probabilidad de que se desarrolle artritis durante la recuperación o incluso años después de una lesión. Con el tiempo, el cartílago articular que protege la articulación se desgasta, lo que aumenta el dolor y la rigidez.
La artritis postraumática se puede tratar como otras formas de osteoartritis: con fisioterapia, ayudas para caminar, medicamentos y cambios en el estilo de vida. En casos graves que limitan la actividad, un reemplazo total de cadera puede ser la mejor opción para aliviar los síntomas.
Lesión del nervio ciático
El nervio ciático es un nervio grande que pasa cerca de la parte posterior de la cavidad de la cadera. Apoya el movimiento y la sensación en la pierna y el pie. El nervio ciático puede lesionarse o dañarse durante la lesión inicial o durante la cirugía.
Muy a menudo, la lesión del nervio ciático da como resultado una "caída del pie", una condición en la que el paciente no puede levantar el tobillo o los dedos del suelo al caminar. Las lesiones nerviosas pueden variar en gravedad y la cantidad de recuperación puede variar.
Osificación heterotópica
Un problema poco común que puede ocurrir después de la cirugía es el crecimiento de hueso en los músculos, tendones y ligamentos alrededor de la cavidad de la cadera. Esto se llama osificación heterotópica. Cuando esto sucede, el hueso crece donde no debería estar y puede causar rigidez que no está directamente relacionada con la condición del cartílago de la cavidad de la cadera. En los casos en que la cantidad de hueso adicional sea lo suficientemente grande como para interferir con la flexibilidad y la función, es posible que se requiera la extirpación quirúrgica.
Necrosis avascular
El suministro de sangre al hueso puede interrumpirse en el momento de la lesión. Incluso con una reparación quirúrgica exitosa, si se interrumpe el flujo sanguíneo normal y la nutrición necesarios para mantener los huesos sanos, las células óseas morirán. Esta condición se llama necrosis avascular.
Una fractura acetabular puede provocar necrosis avascular en la cabeza femoral y en el acetábulo. A medida que las células óseas mueren, el hueso se desmorona y colapsa gradualmente, junto con el cartílago liso que lo protege. Sin este cartílago liso, el hueso se frota contra el hueso, lo que aumenta el dolor, la artritis y la pérdida de movimiento y función.