El síndrome de Wolff-Parkinson-White ocurre cuando el corazón late demasiado rápido. Normalmente, el corazón late de forma coordinada entre 60 y 100 veces por minuto. La frecuencia cardíaca de un paciente con síndrome de Wolff-Parkinson-White puede acercarse a 240 latidos por minuto durante un corto período de tiempo.
1. ¿Cuáles son los síntomas?
Algunas personas con síndrome de Wolff-Parkinson-White nunca presentan síntomas. Cuando los síntomas ocurren, generalmente aparecen por primera vez entre las edades de 11 y 50 y pueden incluir: palpitaciones, dificultad para respirar, aturdimiento, fatiga, angina y / o síncope.
2. ¿Qué causa el síndrome de Wolff-Parkinson-White?
El síndrome de Wolff-Parkinson-White es causado por una vía extra anormal en el corazón. Ocurre solo en personas que nacen con esta vía anormal.
3. ¿Cómo se diagnostica el síndrome de Wolff-Parkinson-White?
Los sospechosos de tener el síndrome de Wolff-Parkinson-White serán derivados a un electrofisiólogo. En Boston Medical Center, los electrofisiólogos capacitados utilizan varias pruebas diferentes para ayudar a diagnosticar esto, que incluyen:
- Electrocardiograma. Este dispositivo rastrea y grafica el ritmo cardíaco usando señales eléctricas del corazón.
- Monitor Holter. Este dispositivo monitorea y registra el ritmo cardíaco de forma continua durante 24 a 48 horas.
- Grabador de eventos. Un registrador de eventos se activa durante los episodios de fibrilación y registra el ritmo cardíaco en ese momento.
4. ¿Cómo se trata el síndrome de Wolff-Parkinson-White?
Cuando el síndrome de Wolff-Parkinson-White causa síntomas frecuentes y sostenidos, un cardiólogo puede recomendar un tratamiento, como:
Terapia medica. Los médicos pueden usar medicamentos para tratar el síndrome de Wolff-Parkinson-White. Los medicamentos comunes para suprimir el síndrome de Wolff-Parkinson-White incluyen betabloqueantes y una categoría de medicamentos denominados agentes antiarrítmicos.
Ablación con catéter de radiofrecuencia. Durante la ablación, se coloca un catéter con una punta de electrodo en un área pequeña de tejido cardíaco. El catéter libera una ráfaga de energía de radiofrecuencia para destruir este tejido, lo que bloquea la vía anormal adicional.