Cuando un niño tiene epilepsia, toda la familia puede verse afectada. Por lo tanto, es importante hablar abiertamente sobre los problemas. Reserve algo de tiempo para hablar con cada miembro en privado. Es posible que los hermanos no quieran hacer preguntas por temor a molestar a su hermano o hermana con epilepsia. Es importante disipar temprano cualquier temor o idea errónea sobre las convulsiones y la epilepsia. Por ejemplo, un hermano puede temer sufrir convulsiones o puede culparse a sí mismo por causar las convulsiones.

La vida familiar puede verse abrumada fácilmente por las visitas al médico, las hospitalizaciones y los planes de atención especial. Haga todo lo posible por reservar un tiempo especial para cada miembro de la familia, incluido usted mismo.

Temas especiales para adolescentes

Los adolescentes suelen ser muy cohibidos. Las convulsiones y la epilepsia pueden hacer que un adolescente se sienta diferente de sus compañeros. Educar a su adolescente y a sus compañeros puede marcar la diferencia. Específicamente, las adolescentes deben saber cómo la epilepsia se puede relacionar con la pubertad, la menstruación, la sexualidad y el embarazo. Ayude a su adolescente a hablar con otras personas sobre sus convulsiones, ya sea en persona o mediante una comunidad de apoyo en línea.

Conduciendo

Conducir es importante para los adolescentes con epilepsia. A medida que su hijo adolescente se acerca a la edad para conducir, reserve algo de tiempo para discutir los problemas médicos y legales especiales que pueden afectar la conducción de su hijo.

Más información sobre conducción y epilepsia:


Si desea programar una cita para el cuidado y la evaluación de las convulsiones, llame al 617.414.4501. Para obtener información general sobre la epilepsia, debe comunicarse con la Epilepsy Foundation New England.