La violencia en la comunidad o en el hogar contribuye de manera importante a la mala salud. Los encuentros violentos pueden provocar lesiones debilitantes y potencialmente mortales, algunas de las cuales requieren rehabilitación y atención a largo plazo. Entre las cargas del trauma físico, no debe pasarse por alto el trauma emocional, que puede conducir a un mayor riesgo de problemas de salud mental, trastornos por uso de sustancias y otros resultados negativos. En términos más generales, los problemas legales y el encarcelamiento que se derivan de la violencia comunitaria desestabilizan a las familias y los vecindarios, creando barreras adicionales para la estabilidad financiera, la vivienda y, en última instancia, la salud.
Boston Medical Center se compromete no solo a tratar y minimizar el impacto de la violencia, sino también a prevenir la violencia en primer lugar. Como el proveedor más grande y ocupado de servicios de emergencia y trauma en Nueva Inglaterra, nuestros proveedores trabajan las 24 horas del día, los 7 días de la semana para salvar vidas y minimizar los daños y las consecuencias para la salud de la violencia. Además, programas como el Equipo de Respuesta a la Violencia en la Comunidad y el Programa de Intervención y Defensa contra la Violencia reúnen equipos multidisciplinarios de trabajadores sociales, expertos en salud mental y administradores de casos que brindan asesoramiento a las víctimas y las familias y los empoderan a través del apoyo continuo con vivienda, trabajo capacitación, asistencia financiera y más. A través de estos esfuerzos, BMC busca interrumpir el ciclo de violencia y construir comunidades más saludables y seguras.