La apnea obstructiva del sueño (AOS) es una condición de salud caracterizada por una interrupción repetitiva o una disminución de la respiración que puede ocurrir cientos de veces durante la noche. Esto a menudo conduce a una mala calidad del sueño y a una somnolencia diurna excesiva. Los riesgos de la apnea del sueño no tratada incluyen presión arterial alta, accidente cerebrovascular, enfermedad cardíaca y accidentes automovilísticos. Se estima que 1 de cada 5 estadounidenses tiene al menos una AOS leve.
Hay una variedad de opciones de tratamiento disponibles para el tratamiento de los ronquidos y la apnea del sueño. Las opciones médicas incluyen presión positiva (es decir, CPAP), aparatos bucales y pérdida de peso. Muchas de estas opciones de tratamiento dependen de una adherencia regular a largo plazo para que sean efectivas. En pacientes que tienen dificultades con otros tratamientos, los procedimientos quirúrgicos para la nariz y la garganta pueden ser una alternativa beneficiosa. La terapia quirúrgica también puede ser eficaz cuando se utiliza como complemento para mejorar la tolerancia y el éxito con CPAP o un aparato bucal.
Aquellos que tienen AOS a menudo desconocen su condición y piensan que duermen bien porque no recuerdan haber despertado. Los síntomas que suelen llevar a las personas a buscar ayuda son la somnolencia diurna o las quejas de ronquidos y problemas respiratorios observados por la pareja. Los síntomas de la AOS pueden incluir:
- Ronquidos con pausas en la respiración.
- Somnolencia excesiva durante el día
- Jadeo o asfixia durante el sueño
- Sueño sin descanso
- Falta de juicio / dificultad para concentrarse
- Pérdida de memoria
- Alta presión sanguínea
- Dolor de pecho nocturno
- Depresión
- Problemas con el exceso de peso.
- Cuello grande (17 "en los hombres, 16" en las mujeres)
- Apiñamiento de las vías respiratorias
- Dolores de cabeza matutinos
- Libido reducida
- Viajes frecuentes al baño por la noche.